Una “mujer de bandera” puede referirse a su aspecto físico, pero también significa que es una mujer que vale mucho en el sentido profesional o personal, por ser excepcional o pionera en diferentes contextos. En la exposición, cuando nos referimos a “mujeres de bandera” referenciamos a aquellas que a lo largo de su vida marcaron un hito en mayúscula en el mundo de la educación y, sobre todo, las que intervinieron de modo significativo y relevante en pro de la igualdad de derechos para la mujer. Además de tener un doble significado, el de pertenecer a colectivos sociales, sindicales o políticos, cada uno con su bandera, pero todos amparados en la de la Segunda República.
El Grupo Femenino de la Residencia de Estudiantes, conocido popularmente como “La Residencia de Señoritas”, institución modelo de la pedagogía moderna y de la liberación de la mujer, se trasladó a València en 1936. La obra educativa se instaló en Huerto de las Palmas, abriendo en 1937 una segunda residencia, la Casa de Valencia, en la calle de La Paz. Se inicia así un nuevo tiempo, el de la supervivencia dentro de la dura realidad, la guerra. Una historia que se silenció y que ahora revindicamos resaltando, al mismo tiempo, los espacios donde las jóvenes vivieron y estudiaron, resignificando los edificios donde permanecieron hasta abril de 1939.
Las mujeres del Grupo Femenino de la Residencia de Estudiantes, estaban unidas por un hilo de oro repleto de valores que les hacía continuar en la idea de lograr una formación que les ayudara a lograr el ideal educativo. Varias jóvenes ingresaron en el Instituto Obrero y otras continuaron su formación en la Universidad o en la Escuela Normal del Magisterio Primario.
Las dirigentes, con significación política, tuvieron visibilidad en nuestra ciudad. La exposición destaca a cuatro de ellas: Aurora Arnaiz Amigo (FUE), Pilar Coll Alas (JSU), Encarnación Fuyola Miret (PCE) y Mercedes Maestre Martí (PSOE).
Los espacios que vemos al caminar trascienden a través de la mirada. La atmósfera se siente cuando entendemos el alcance de los lugares donde las personas generaron la historia a través del ejemplo de sus vidas, por eso, la muestra se ha hecho coincidir en el tiempo con la colocación de unos monolitos identificativos en los edificios que ellas ocuparon, para que permanezca en la memoria el importante proyecto que se realizó durante la guerra, identificándolos en femenino. Lugares que consideramos patrimonio intelectual de las mujeres, homenajeando a quienes intervinieron en él, y que durante la represión franquista sufrieron el exilio interior y exterior.
También se ha reeditado el libro “La Residencia de Señoritas, 1936-1939. La etapa valenciana del Grupo Femenino de la residencia de Estudiantes”, en edición especial “Mujeres de bandera”.
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