¿Una estirpe de tontas? Todas las mujeres de los corruptos VIP son unas descerebradas, por Angustias Bertomeu

Firman lo que les ponen delante, sin leer, sin preguntar, sin pensar,… pero todas recobran el oremus para recorrer las tiendas de firmas, viajar a lugares prohibitivos para la mayoría, estar a la última en joyería, lucir sus abrigos de piel en cuanto refresca, elegir el bótox, un entrenador personal adecuado y todo ese tipo de actividades sofisticadas, que quieras o no, requieren alguna inteligencia, aunque sólo sea para combinarlas con acierto.

También exige cierta dificultad saber quién paga el Jaguar, los viajes, los juegos de maletas de Vuitton, los cañones de confeti, los palacetes en Pedralbes, recordar los nº de cuenta en Suiza, saber colocar en el mapa sus otros paraísos fiscales y un sinfín de datos que no les caben en sus ocupadas cabezas.

Es muy complicado, además, hay que hacerlo compatible con llevar los modelazos ad hoc para entrar y salir de declarar en la Audiencia, o en Zarzuela, o en los Ministerios, en el Ayuntamiento de Valencia y Alicante, o en la ruedas de prensa de Génova. Sin olvidar la pelu, ahora en verano en cuanto te descuidas pierden brillo las mechas de pija interautonómica y no luce igual ese bronceado de rica los doce meses del año, menos Rita y Sonia que hacen la Gürtel por su cuenta.

En resumen, un sin vivir.

Mientras tanto, el resto de las mujeres hacemos uso de nuestra libertad para sacar adelante nuestras vidas, casas, negocios o profesiones, cada una luchando por sostener lo que ha conseguido con su esfuerzo, con su dedicación, con sus cuidados, con su trabajo. Algunas tenemos empleos, todas tenemos los trabajos de casa. Las mujeres, como cuentan las estadísticas, mejoramos los resultados en las empresas, tenemos mejores notas en los estudios, devolvemos los préstamos, optimizamos las economías familiares, nuestra mediación mejora la resolución de conflictos, luchamos por nuestros derechos, que al conseguirlos hacemos extensibles a todos.

Es decir, las mujeres aportamos a la sociedad un plus valor de energía, derechos, cuidados, creatividad, justicia, riquezas, afectos y libertades. Y lo resolvemos usando la inteligencia para sobrevivir en estos tiempos, para denunciar a las corruptas y decirles que hacerse pasar por tontas nos insulta a todas, que ya no es aceptable usar esa anticuada posición de señora de que no se entera de nada y sólo hace lo que le dice su dueño y marido, que no pueden usar el hecho de ser mujeres para esconderse, no son tontas, son corruptas.

Usar el sexo como tapadera es un agravio para el resto de las mujeres, que ya hace mucho decidimos no tener dueños, asumir la autonomía en nuestras vidas y por tanto nuestra responsabilidad. Claro que en los casos de estas señoras la responsabilidad tiene apellido, … penal.

Me preocupan los horarios de peluquería de las cárceles de mujeres, aún están a tiempo de incluirlos en la próxima reforma de su amigo y Ministro de Injusticia Alberto Ruiz-Gallardón, pero tienen que darse prisa porque Rouco va por delante y ya le ha puesto fechas.

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