Exposición: «Aunque fuéramos desnudas», por Rocio Domènech

Rocío Domènech (Valencia,1984) es actriz y fotógrafa. Estudió Arte dramático en la ESAC y fotografía en Escuela Abad, completó su formación fotográfica de manera autodidacta. Sus exposiciones más destacadas son “22 razones” y “Entre Medias” en Espacio Microteatre “Blanco y Negro” en La Rentaora, en el barrio del Carmen “¿ Quién dijo frágiles ?” en el Patio de Russafa. Fue seleccionada para formar parte del libro de artistas, Flamantes. Recientemente ha colaborado en la fotografía del Festival de Teatro Clásico con en la Sala Russafa. Destaca también su colaboración con la ONG Dexde en el festival Palo Market y el trabajo desempeñado durante dos meses para la empresa Indalfoto en Almería. Dentro de su obra fotográfica destacan proyectos realizados en ciudades emblemáticas como Barcelona, Edimburgo, Milán o Estambul. Actualmente, colabora en el circuito “Voces de mentes ” junto a varias asociaciones de diversidad funcional con la finalidad de promover su inclusión social. Ahora mismo, está trabajando con su proyecto más reciente “Aunque fuéramos desnudas” que se expondrá en los próximos meses.

Proyecto de fotografía_ Aunque fuéramos desnudas

La palabra violación se define como, delito que consiste en tener relaciones sexuales con una persona sin su consentimiento o con un consentimiento obtenido mediante la violencia o la amenaza.

Más de un millar de mujeres son violadas por hombres en España y en todos los países cada año. Este proyecto de fotografía es una reivindicación, es un grito desgarrador de socorro, de ayuda, de unión, de fuerza pero sobre todo de libertad. ¡Basta! Pero no solo basta a esos agresores sexuales, basta a esta sociedad, a todas esas personas que justifican o entienden en según qué contexto este gran delito. Basta de vivir con miedo.

¡Nada justifica una violación, nada!

Aunque creas que voy provocando. Aunque creas que me visto para ti. Aunque tenga 16 años. Aunque esté borracha. Aunque quiera tener sexo y luego no. Aunque creas que te estoy calentando. Aunque baile. Aunque creas que soy tuya. Aunque viaje sola. Aunque seas mi pareja. Aunque hayamos tenido sexo otras veces. Aunque me desees. Aunque decida irme con vosotros sin conoceros. Aunque suba a tu casa. Aunque vuelva sola a las cuatro de la mañana, aunque tengas un problema…

¡AUNQUE FUÉRAMOS DESNUDAS!

Fuente: Drassanes 52

El pasado 21 de Septiembre se inauguro en el espacio multidisciplinar Drassanes 52, barrio de El Cabanyal en Valencia, la exposición “Aunque fuéramos desnudas” de la actriz y fotógrafa Rocío Domènech.

En palabras de la propia autora, este es un proyecto inspirado en la libertad de las mujeres.

Desde siglos atrás, el cuerpo femenino ha sido perseguido como objeto de incitación y abuso por parte de una sociedad que lo ha considerado como un mero atributo estético y como un icono de provocación hipersexualizado.

Esta colección de fotografías es el fruto del trabajo de dos años, imágenes capturadas en diferentes espacios íntimos y naturales.

Parte de la exposición pretende reflejar una ruptura con la idea de la culpabilización de la belleza del cuerpo femenino y ese miedo, siempre presente, por el que toda mujer atraviesa alguna vez. Las amenazas, las agresiones, la presión social y la vejación de género también han contribuido, según la artista, como efecto de inspiración en este proyecto.

“Aunque fuéramos desnudas”, ofrece una apertura a un universo donde la mujer se expresa tal y como es, tal y como quiere ser. Sin juicios, sin presión y sin temer su propia conducta y naturaleza salvaje. 

Aunque fuéramos desnudas
iríamos vestidas de trapos y alegría
De hilos verdes, transparentes, atados a nuestra cintura.
Aunque fuésemos desnudas
iríamos vestidas de siglos a cuestas y con las cortinas a medio hacer
¡Pero con las ventanas abiertas!
Aunque fuésemos desnudas
iríamos vestidas de ese viento que mueve las columnas del tiempo
e invoca a los pechos mudos de la libertad
Y aunque fuéramos vestidas
y el mundo fuera otro
¡Tendería los deseos de los despiertos que todavía duermen!
¡Sujetaría en mi regazo el sufrimiento de los que huyen!
Pero no sin antes,
cortar con tus tijeras infinitas
el último botón que sujeta mi voluntad
Aunque fuéramos desnudas.

Texto Patricia Sánchez Egea

Fuente: Agenda Feminista

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