Hoy os digo que soy una gordita, porque trabajo activamente por una mejor sociedad.
También soy gordita, porque me gustan las personas con dignidad, con ilusión, con integridad. Y sobre todo, porque no se rinden nunca.
Ada Colau será una gordita; pero no está sola. Somos tantas que les recordamos a toda esa caterva de machirulos que tenemos un gran peso. Entiéndase: humildad, principios, dignidad, fortaleza, pasión por lo que hacemos, aunque a veces estemos agotadas o nos intenten agotar una vez tras otra.
Tampoco solemos malgastar el tiempo con gente a la que se le paga mucha pasta por decir y comentar obviedades, proferir insultos (cuando no se tienen argumentos, suele pasar), gritar,…En fin cualquier acción que puede llevar a cabo un muñeco de feria, de esos que echan la buenaventura…aunque menuda desventura nos ha caído con tanta basura fuera y dentro de la TV.
Y como diría un gran sabio, D. José Antonio Labordeta: «A LA MIERDA».
Deja una respuesta