“Desconocida”. Así había sido escrito hacía unos meses en el registro de entrada de pacientes. Y ese “Nombre: desconocida” me golpeó amargamente el alma. Trabajo en el Servicio de Medicina Intensiva en un hospital público. El secreto profesional, que me obliga, no me permite dar más, solo diré que era una mujer prostituida a la […]
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