No a la ejecución inminente de la mujer que mató a su esposo violento, AI

Amnistía Internacional ha pedido que no se ejecute a la mujer china que, tras ser víctima durante meses de violencia de género en el ámbito familiar, mató a su esposo apuñalándolo.
Li Yan, de 41 años y residente en la provincia de Sichuan, al suroeste de China, podría ser ejecutada en cualquier momento entre hoy y el comienzo del nuevo año chino, a primeros de febrero.
“No se hará justicia ejecutando a Li Yan. Amnistía Internacional insta a las autoridades chinas a conmutar su ejecución por una pena de cárcel”, ha dicho Roseann Rife, directora de Amnistía Internacional para Asia Oriental.
Li fue condenada a muerte en agosto de 2011 por el asesinato de su esposo, Tan Yong, a finales de 2010.
Tan Yong propinaba frecuentes palizas a su esposa, le había amputado un dedo, le quemaba el rostro con cigarrillos, y durante los gélidos inviernos de Sichuan le cerraba la puerta y la dejaba durante horas a la intemperie en el balcón de la vivienda, casi sin ropa. La violencia continuada que Tan ejercía sobre su esposa comenzó al poco tiempo de casarse, a principios de 2009.
Li Yan se puso en contacto en varias ocasiones con las autoridades, incluida la policía, para recibir protección y atención hospitalaria tras una de las agresiones.
La policía fotografió las lesiones sufridas por Li como consecuencia de una de las palizas, pero no se tomó ninguna medida. Como era de esperar, la violencia no cesó.
Amnistía Internacional siente gran preocupación porque los jueces que decidieron condenar a muerte a Li y atendieron su posterior recurso no tuvieron suficientemente en cuenta las pruebas, entre ellas testimonios de terceras personas, que demuestran los abusos continuados a los que estaba sometida.
“Si las autoridades chinas hubieran protegido a Li, como exige el derecho internacional, este trágico desenlace podría haberse evitado. Las denuncias de Li debían haber sido investigadas en profundidad, y su esposo tenía que haber sido procesado antes de que la propia Li recurriera a la violencia”, ha afirmado Rife.
“Las víctimas de violencia de género en el ámbito familiar no deben vivir aisladas ni con miedo. Las autoridades chinas tienen la obligación de evitar que se produzcan casos de violencia contra las mujeres, incluida la violencia de los esposos en el ámbito familiar, y de investigar en profundidad todas las denuncias y llevar ante los tribunales a los responsables. Es necesario que las autoridades afronten urgentemente este problema y ofrezcan la protección y el apoyo adecuados.
El Tribunal Supremo Popular de Pekín confirmó la pena de muerte de Li Yan a mediados de enero, y en estos momentos se encuentra bajo custodia en el centro de detención del condado de Anyue. Amnistía Internacional se opone a la pena capital en todos los casos, sin excepción, independientemente de la naturaleza del delito, de las características del responsable y del método de ejecución. Información complementaria La violencia contra las mujeres, incluida la violencia en el ámbito familiar, atenta contra los derechos humanos fundamentales y supone una discriminación ilegítima de acuerdo con la Convención de la ONU sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, en la cual China es Estado Parte. Según dicha Convención, China tiene el deber de tomar las medidas necesarias para evitar que se cometan actos de violencia contra las mujeres, incluidos los perpetrados en el ámbito privado como en el caso de Li, y para investigar y castigar adecuadamente a los responsables. China también tiene la obligación de proporcionar indemnizaciones a las víctimas de violencia como Li. [Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, Recomendación General 19, A/47/38 (1992)].

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