«GESTAMOS ESTE CUADERNILLO como gestamos a nuestras hijas e hijos: a partir del deseo. Canalizamos a través de estas páginas el deseo de encontrarnos con otras, de compartir con otras lesbianas que quieren ser mamás y que tienen muchas, muchísimas preguntas, como tuvimos nosotras. Reunimos en aquí información, experiencias y puntos de vista propios porque es lo que hubiéramos deseado tener cuando cada una de nosotras emprendió este camino poco transitado todavía en la Argentina: de ser lesbianas que se convierten en mamás con sus parejas lesbianas. En este transitar nos surge la necesidad de tener información sobre las tecnologías reproductivas y sobre aspectos legales, pero también de tener la palabra de otras lesbianas y de pensar juntas sobre ciertos temores que a veces se convierten en obstáculos.
Necesitamos hablar de nuestras experiencias, ponerlas en palabras, hacer circular esa palabra.
El silencio siempre conspiró contra las lesbianas, nos hizo pagar un precio muy alto reforzando el aislamiento, los estereotipos y los prejuicios. Nos dejó más solas frente a la discriminación y las agresiones.
La discriminación social, legal y política sigue siendo una constante en la vida de las personas GLTB, a pesar de los grandes cambios que se produjeron en los últimos diez años. Cuando las lesbianas queremos ser mamás, enfrentamos discriminación en cada etapa del proceso: amig@s y familiares que se preguntan y nos preguntan si no es malo para l@s chic@s tener dos mamás, médic@s dedicad@s a la fertilización asistida que ignoran todo sobre las lesbianas y nos tratan como si tuviéramos problemas de fertilidad o directamente se niegan a atendernos, obstetras que nunca pensaron que embarazo no es equivalente a heterosexualidad, clínicas y hospitales donde parimos que no están preparados para recibirnos como pareja, leyes (o ausencia de ellas) e instituciones vinculadas a la adopción que nos excluyen como lesbianas de la posibilidad de adoptar (a menos que estemos dispuestas a casi negar que lo somos). Cuando nuestras hijas e hijos ya están con nosotras, tenemos que enfrentar la discriminación en la figura de pediatras y de las instituciones educativas.
Pero la mayor discriminación es la exclusión del discurso, el destierro de aquello que puede ser dicho: de nosotras, lesbianas mamás, no se habla; de nuestras panzas embarazadas no se habla; de nuestr@s bebés no se habla; de nuestras hijas e hijos no se habla. Por eso es necesario recuperar la palabra. Por eso quisimos compartir lo que aprendimos en nuestras búsquedas en medio de tantos silencios, con la esperanza de facilitar un poco las búsquedas de otras.
Seguimos construyendo un mundo en donde quepan muchas formas de vivir, de amar y de formar una familia; un mundo donde quepan muchos mundos».
Fuente: Les Madres
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