Amaia Pérez Orozco
La economís desde el feminismo: trabajos y cuidados, por Amaia Orozco

Sira del Río, noviembre 2002 * Publicado en la revista Rescoldos, de la Asociación Cultural Candela, en el número dedicado a «Mujeres».
El discurso económico y la comprensión general de la economía están plagados de sesgos reflejo de actuales relaciones de poder. Lo que entendemos por economía, lo que vemos como hechos o problemas económicos y, por tanto, las políticas económicas que se proponen, no son verdades objetivas ni son el total dibujo de la realidad. Decir esto no es nuevo.
El marxismo desveló hace ya tiempo los sesgos de clase de las concepciones liberales y neoliberales de la economía. Entender el mundo de una manera distinta a la hegemónica es un proceso de resistencia crucial. El/los (neo)marxismo(s) siguen en pie. Nuevas corrientes de pensamiento económico rebeldes surgen: La economía ecológica, que intenta devolver al sistema económico a su sitio, la economía como subsistema del sistema ecológico global y no los recursos naturales como un elemento más dentro de nuestro análisis de costes y beneficios, de ofertas y demandas. Concepciones alternativas del desarrollo que rompen con las visiones etnocéntricas de desarrollo como crecimiento del PIB (producto interior bruto) e industrialización; frente a la imposición global de un modelo único a seguir, fomentar la capacidad local de decisión de los caminos a recorrer o los lugares en los que instalarse… Nuevas visiones del mundo, de lo económico, con o sin etiquetas, que se rebelan contra mundos opresivos y contra las formas de entenderlos. Y, desde el feminismo, también surge la disidencia. Estamos creando otra forma de ver la realidad y afirmamos que, si no se nos escucha igual que nosotras escuchamos, esos otros mundos por los que peleamos no son tan/verdaderamente posibles.
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