En los dos últimos años, las clínicas de reproducción asistida han experimentado un crecimiento del 40 por ciento de mujeres sin pareja que quieren ser madres, por María Warda

Las clínicas de fertilidad lo confirman: elegir ser madre sin pareja y recurrir a una clínica de reproducción asistida en busca de un donante anónimo, es una opción en alza. Otras muchas recurren a la adopción internacional, ya que para la nacional, aunque las leyes lo permiten, les suelen dar largas. Son mujeres seguras de sí mismas, entre 35 y 45 años, profesionales, que un buen día decidieron tomar las riendas de su vida y no esperar a “un príncipe azul” para tener a sus hijos. En los últimos años han dejado de ser dos o tres, y ya son un colectivo, que ha formado sus asociaciones propias y reclaman sus derechos, al igual que cumplen con sus obligaciones.
Aproximadamente un tercio de las pacientes que recurren a los centros de reproducción asistida, en la actualidad, son mujeres sin pareja. Aunque no hay un registro único para tener datos exactos, algunas de estas clínicas si tienen los suyos propios y se atreven a afirmar que las mujeres solteras, sin pareja masculina que acuden en busca de un tratamiento de reproducción asistida se ha incrementado en un 40 por ciento desde 2008 y superan ya el 10 por ciento de sus clientes.
Giuliana Baccino, psicóloga del centro FIV Madrid, afirma que “esto es posible porque actualmente existe una mayor aceptación social y mayor concienciación, debido también al amparo de la actual Ley de Reproducción Asistida y mayor presencia en los medios de comunicación”. En 2001, las mujeres que acudieron a esta clínica sin pareja a consultar sobre los diferentes tratamientos solo eran un 7,2 por ciento mientras que en 2007 superó el 30. A pesar de ello, todavía hoy en día, un 42 por ciento de las mujeres que acuden en busca de información no inicia el tratamiento”.
IVI, otra clínica líder en España y también en mujeres extranjeras que viajan hasta España porque en sus países las leyes son mucho más restrictivas, tiene datos más exactos y ha contabilizado de 2004 a lo que va de año de 2010, un total de 1.682 mujeres que se sometieron a estos tratamientos sin pareja. La tendencia va en aumento, de 166 mujeres en 2004 a 493 en 2009. Procreatec, también un centro madrileño que abrió sus puertas no hace muchos años, ha notado un incremento próximo al 59 por ciento en los últimos 18 meses.
Sin darse el si quiero
Cada vez son más las mujeres que deciden ser madres sin tener la necesidad de tener que darse el sí quiero con su pareja. Son mujeres independientes, con un nivel adquisitivo aceptable, con un gran equilibrio emocional, seguras de sí mismas y un alto nivel cultural, por regla general. Al principio cercanas a los 40 años, haciendo caso a su reloj biológico, pero cada vez más jóvenes, según ha comprobado la web www.masola.org, dirigida a madres solteras por elección, a través de su foro. “Cierto, al principio éramos mujeres próximas a los 40 años, ahora cada vez hay más mujeres en torno a los 35, incluso más jóvenes, mejor informadas y conscientes de que la edad es importante a la hora de ser madre, así como también conscientes de no esperar a la llegada de un príncipe azul y no perder cinco años maravillosos de grandes posibilidades”, cuenta Rosa Maestro, fundadora de la página.
También mujeres que pese a su decisión no renuncian a la figura de un hombre en su vida, “simplemente, el orden de los factores no altera el producto”, dice Mami3, uno de los muchos nick de este foro. Algunas de ellas no encontraron al príncipe azul, otras lo encontraron pero se divorciaron, otras decidieron libremente no contar con la figura paterna, y las menos, deciden ser madres de un donante pese a tener pareja porque él no desea tener hijos. Todas ellas, apoyadas en su familia y en la red de amigos, sacan adelante a sus hijos.
No existen datos estadísticos fidedignos porque entre otras cosas no existe un registro único y las únicas aportaciones proceden de forma individual de cada centro reproductivo. Las únicas cifras que se manejan son las del Instituto de la Mujer, que se remontan a 2009 y hablan del número de familias monoparentales, englobando los diferentes modelos existentes. En 2009 eran 533.800 las familias formadas por un solo progenitor. Éstas, en su mayoría el cabeza de familia es una mujer. Además, las monoparentales formadas por una persona son las que han experimentado un crecimiento mayor en los últimos años, de 35.000 en 2002 a 283.000 en 2009, según el Instituto de la Mujer.
Discriminación política
Un colectivo, dentro del grupo de familias monoparentales, que pese a ser bien aceptadas socialmente, no lo son políticamente. Llevan, como otras muchas familias monoparentales esperando tres años a que el Gobierno les otorgue el título de familia numerosa cuando tienen dos hijos (grave discriminación frente a viudas/os con dos hijos que si lo tienen). Un decreto ley que se aprobó en 2008, que fue aprobado en los presupuestos generales de 2009 y también en los de 2010, cuando se dieron tres meses para aplicarlo sin cumplirlo. “Sufrimos una gran discriminación que parece no importar a nadie, como las otras muchas que sufren las familias monoparentales que viven en un total oscurantismo frente a las políticas sociales. Hemos escrito varias veces al Defensor del Pueblo, pero lo último que nos ha respondido es que ahora estaban debatiendo si incluyen también a aquellas parejas en las que uno de los progenitores tenga una discapacidad y no pueda trabajar. Sinceramente, no sé que hay que pensar tanto”, dice Sara Patueso, colaboradora de la web.
Pero no solo eso, también sufre la discriminación de los servicios de la Seguridad Social, en los que en un 95 por ciento de las ocasiones en que recurren en busca de un tratamiento, son amablemente rechazadas por no tener pareja. “Algo que no contempla la actual Ley de Reproducción Asistida”, afirma Rosa Maestro. “Entiendo que la Seguridad Social no pueda cubrir todo, pero por qué una pareja con buenos ingresos si es aceptada y nosotras no… No deja de ser una discriminación ideológica por detrás. Lo lógico es que estos tratamientos los puedan recibir primero las familias (procedan del modelo que procedan) con menos ingresos… Hay grandes hospitales que se han permitido incluso sacar una normativa interna para que no seamos aceptadas”.
La mayoría de estas mujeres tienen que recurrir a las clínicas privadas de reproducción asistida y tener que pagar un canon discriminatorio frente a las parejas que son admitidas en los tratamientos gratuitos de la Seguridad Social. Ana Pérez es tajante y clara cuando dice: “Me sentí profundamente discriminada. Cuando le comenté a mi ginecólogo mi intención me dijo: no lo entiendo, porque no buscas un maromo que te haga un hijo? Y para colmo me derivo a un hospital bien conocido madrileño que después de hacerme esperar cuatro meses, cuando me citan es para decirme que existe una normativa interna, al margen de la actual Ley de Reproducción Asistida que no discrimina ni por edad o condición civil, que dice que las mujeres sin pareja no son aceptadas en los tratamientos de reproducción asistida”. Cabe decir que, en principio, la actual Ley de Reproducción Asistida permite la inseminación artificial en la sanidad pública, sea cual sea su edad y su estado civil.
Esto significa que una mujer sola tiene que hacer un gran desembolso para poder ser madre. Simplemente por dar algunas cifras, un tratamiento de inseminación artificial con donante viene a costar unos 1500 euros, ya que la medicación que estas mujeres tienen que tomar para la estimulación ovárica y aumentar sus posibilidades de embarazo, tampoco está cubierta por la Seguridad Social. Una Fecundación in Vitro ronda los 6.000 euros, con donación de óvulos los 8.000 y la donación de embriones en torno a los 5.000. Estas cifras son por intento, y cada negativo significa ir multiplicando. Motivo claro por el que muchas mujeres que desearían ser madres sin pareja, no pueden hacerlo.
Vetadas para la adopción
Otro gran grupo de madres solteras por elección lo son por adopción. Hasta hace unos años era una opción: la adopción internacional y muchas mujeres españolas recurrieron a ella. En la actualidad, la gran mayoría de los países han cerrado sus puertas a las familias monoparentales. China, Etiopía, Ucrania… son países de los que procedieron muchos niños que hoy forman parte de estas familias monoparentales.
Hoy en día, no hay posibilidades nada más que en Rusia, Vietnam, y poco más. Con respecto a la adopción nacional, no hay nada que hablar. Parece estar claro ante la Ley que tienen el mismo derecho y pueden adoptar en igualdad de condiciones las familias monoparentales que las biparentales, pero a la hora de la verdad, no es cierto. La ideología discriminatoria sigue estando ahí y o bien no son aceptadas/os, bien se les rechaza en el certificado de idoneidad, bien se quedan los últimos en una extensa lista de espera y nunca son llamados o simplemente se recurre a estas familias para casos de niños con situaciones específicas. susi, otro de los nick del foro de www.masola.org dice “yo solicité un acogimiento preadoptivo en Madrid, en 2005, y me dijeron que no era posible porque los niños pequeños estaban destinados a los matrimonios, porque un equipo de psicólogos pensaba que estaban mejor preparados para criar a un niño que una mujer sola… y eso que yo solicitaba en torno a los tres años. Luego me dijeron que si podían ofrecerme un menor en circunstancias especiales, con alguna enfermedad,… Yo dije que evidentemente con mi sueldo y las no ayudas estatales a la dependencia era imposible pero me maravilló saber que ese equipo psicológico si había llegado a la conclusión de que una mujer sola estaba mejor preparada para un menor con problemas que un matrimonio. No me cabe pensar nada más que pese a tanta libertad e igualdad, lo que realmente hay es una ideología discriminatoria ante lo que no es un matrimonio y casado como manda la santa madre iglesia”.
Registro único de donantes
El registro único de donantes es otro de los constantes reclamos de este colectivo. En la actualidad, pese a las muchas promesas del Ministerio de Sanidad y Política Social de su inminente puesta en marcha, sigue sin existir. Esto significa que los donantes, tanto de esperma como de óvulos, pueden donar indiscriminadamente en diferentes clínicas y de todo el país. La actual Ley de Reproducción Asistida contempla hasta un máximo de seis hijos nacidos vivos por donante. Se sobreentiende que los donantes, en su mayoría lo cumplen, pero no deja de ser tremendamente necesario este registro único. Augusto Silva, director General de Terapias Avanzadas, órgano dependiente del Ministerio de Sanidad, afirmó hace más de un año y medio que no quedaba mucho para su implantación. Algo más de dieciocho meses más tarde, el registro único de donantes, sigue sin existir.

Fuente: Madres solteras por elección

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