En una semana que sin cesar nos asesinan o intentan asesinarnos por el simple hecho de ser mujeres, un mal llamado periodista se permite el lujo de cometer un delito de apología de la violencia contra las mujeres, ¿y no pasa nada?¿estamos en un país que permite hacer apología del terrorismo machista y ello no tiene consecuencias para el medio cooperador necesario y el apologista-autor (en sentido penal) que lo comete?…¿Qué que estado es ese? ¿Que quién es ese? pues intenta adivinarlo; porque desde luego mi espacio no va a redireccionar a semejante delito disfrazado de libertad de expresión, ni tampoco va a promocionar a violentadores profesionales como el susodicho ha demostrado ser.
Existe una palabra de una región antigua de Grecia, la arcadia. Se supone que su sola evocación nos trae a la cabeza poesía, romanticismo, felicidad , sencillez y hasta pastores; pero ocurre que esto ya no es así. Desde hoy un nombre muy parecido nos evoca: borrego, sin animo de ofender a los borregos claro. También apología de la violencia sin pena ni gloria. O quizás gloria sí, la que se lleva calentita a modo de emolumentos. Y va y se permite decir que quienes salimos el 7N a la calle hacemos negocio con ello. No, señor suyo, el negocio lo hace usted. Es usted el que cobra por insultarnos. No me vaya a invocar usted la libertad de expresión; porque era verde y se la comió un burro, de nuevo sin ánimo de ofender a ningún burro.
Y dirán ustedes, ¿esto es la opinión de ésta señora?; pues sí, pero les voy a invitar a releer la prueba del delito de nuevo. Y a continuación, cambien el término mujeres y similares e imagínense que hace referencia a víctimas del terrorismo de ETA, del GRAPO o yihadista. ¿Habría actuado ya la Fiscalia de oficio?¿Se hubiese publicado por el medio?¿El apologista se hubiese atrevido a escribirlo?¿Se le hubiese pasado un segundo por la cabeza?
El 7N salimos a la calle por la misma razón que salimos cada vez que se asesina a una mujer, tenemos conciencia y consciencia de que si no se visibiliza no existe. No solo somos opinadoras, por cierto no retribuidas, sino que somos activistas. Y dedicamos cada minuto y segundo que podemos a intentar evitar que este terrorismo se cometa. A acompañar a las mujeres víctimas y sus criaturas y familiares dependientes, a sus familias en general. A aportar un segundo de alegría e ilusión a estas mujeres y sus familias. A denunciarlo bien alto y claro, pero ya sabemos que hay oídos que no oyen, y cerebros que no piensan. Y se permiten semejante salvajada. A veces nos preguntan ¿por qué esta lacra no se ha eliminado ya?, con su no artículo nos ha puesto muy fácil contestar: por que hay personas, medios, …que la sostienen, a las pruebas me remito.
#7N es todos los días.
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