Dedicado a la Sra.Teofila, esa ¿alcaldesa?, por Mª Ángeles Bustamante Ruano

Sus comentarios fascistas me han recordado un episodio que me contó mi abuela hace unos años. Ella era una mujer pobre, su hermana le enviaba ropa todos los años para sus hij@s, mi abuela se tiraba días y días arreglándola (a mano) hasta que se la ponía a sus hij@s.

Sus hij@s siempre iban perfectamente arreglad@s y limpios. Un día iba ella con tod@s por la calle y una de las ricas del pueblo comento a voz en grito: «no sé dónde vamos a llegar, cuando los pobres visten como ricos». Mi abuela (que no sé callo nunca, ni bajo el agua) contestó: «mire usted, no confunda nunca la pobreza con la suciedad. Para ser sucia no hace falta ser pobre»…ahí quedó eso.

Sra. Teofila, hay muchas formas de pobreza. Esta la pobreza de la realidad que nos viene como un tsunami, en la que es difícil encontrar un salvavidas. Las políticas públicas se suponen que han de serlo. Está claro, que no esperamos las suyas. Y también está la pobreza de espíritu, es decir, la que usted padece. Esta no se cura si una no quiere. De lo cual no se ve visos para nada. En todo caso, los síntomas van agravándose comentario tras comentario.

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